El rubro gastronómico fue uno de los más golpeados primero, por la crisis social, y, luego, por la pandemia. Las cuarentenas y cierres obligados le pasaron la cuenta a varios inversionistas, que decidieron bajar la cortina. Pero, con una mejora en la situación sanitaria, hay nuevos empresarios que están apostando por este rubro. Una jugada arriesgada, para muchos; una apuesta atractiva, para quienes creen que hay oportunidades de comprar barato.

En este último grupo está el abogado Guillermo Claverie (48), quien acaba de sellar la adquisición del tradicional restaurante Don Carlos, ubicado en la exclusiva avenida Isidora Goyenechea en Las Condes.

Éste fue fundado hace más de 35 años por el argentino Carlos Sampieri (fallecido en 2013) y otros socios; se eligió el nombre en homenaje a Gardel. La marca ha pasado por varios dueños, ha tenido distintas ubicaciones, e incluso uno de los locales -que estuvo justo frente al centro comercial Alto Las Condes- sufrió un incendio.

“Me invitaron a una licitación privada y validaron mi oferta, y decidí poner parte de mis fichas en este tradicional restaurante”, dice Claverie, socio fundador del estudio Claverie y Cia, especialista en asesorías corporativas a empresas y tramitación de causas civiles, quiebras y laborales.

“Los antiguos dueños del Don Carlos sufrieron mucho durante dos años por la pandemia; tenían ventas mínimas. Derechamente, vi una oportunidad de negocio: fui al casino, aposté y hoy creo que le estoy ganando a la casa”, dice Claverie.

¿Por qué entrar a un rubro que se vio tan complicado por la crisis sanitaria? “Le veo potencial a la industria gastronómica”, destaca. No obstante, saca a colación la inflación: “Los márgenes se vieron mermados, entonces hemos tenido que traspasar al cliente final el alza de precios. Si solo la carne está un 40% más cara que hace dos años, lo que nos golpea mucho”.

Pero, destaca, tras tomar el mando del restaurante dice que le aplicó un refresh, ampliando la carta a nuevos productos más allá de la carne de vacuno, la estrella del Don Carlos. “Con esto el consumo no ha disminuido, lo que nos ha permitido tener buenos márgenes, así que ahora veo buenas perspectivas para este negocio”, destaca.

El empresario y abogado no es ajeno ni a las empresas en crisis ni al rubro de los restaurantes. Como litigante, participó en varios procesos de quiebras y en reorganizaciones financieras. Menciona las universidades del Mar y Arcis, Rabié y Onix Capital de Alberto Chang.

“Dentro de este mundo de empresas en crisis siempre he visualizado oportunidades, y es así como he invertido como socio en una empresa de transmisión eléctrica, en otra de prevención y control de incendios, en una firma de zapatos, entre varias otras”, dice Claverie, quien destaca que sumó un nuevo rubro, un centro de bodegaje para PYME.

Esto, dice, fue en respuesta al boom de las ventas por internet, lo que ha generado una escasez de pequeñas bodegas.

“Con la pandemia surgieron muchos emprendedores que venden sus productos por Internet; muchos han crecido y necesitan más espacio para guardar sus bienes. Necesitan bodegas, y eso me llevó a entrar a este nicho”, destaca el abogado.

Activos en problemas

En el rubro gastronómico partió poco antes de desatarse la pandemia. Se asoció con la reconocida chef Pamela Fidalgo y Romina Traverso; juntos lanzaron Deli Wok, una marca de comida saludable cuyo primer local estuvo en Subcentro, en Escuela Militar. Éste fue cerrado por los graves efectos que les generó la crisis sanitaria. Pero los socios no se quedaron de brazos cruzados y decidieron abrir una sucursal en Chicureo.

“Nos ha ido bien, hemos crecido y ya queremos ir un paso más allá: en los planes está avanzar con franquicias”, dice el jurista.

Como si fuera poco, cuenta que invirtió en un bar con espectáculos artísticos de distinta naturaleza en la comuna de Providencia, llamado Galería Dorian.

“Sigo explorando otros proyectos gastronómicos, aprovechando la crisis, con un par de restaurantes más en carpeta”, destaca el abogado, dueño, además, de la empresa Comprotuproblema.cl.

En el sitio web, la empresa explica su foco: “En Compro tu Problema, y tal como nuestro nombre lo indica, compramos tú problema, y lo hacemos dinero en efectivo para ti, asumiendo nosotros la solución del mismo, el riesgo del resultado, los tiempos de espera, y las contingencias legales”.

Claverie explica su modelo: “Esta plataforma me ha servido de vehículo para desarrollar los negocios; detrás tengo inversionistas importantes que me respaldan, pero soy yo quien selecciona dónde invertir”.
Prefiere mantener en reserva a los aportantes en sus incursiones de negocios, pero, dice, tiene muchas opciones donde poner más fichas.

“Compro activos que tienen problemas, así que constantemente veo muchas oportunidades de negocio”, destaca el abogado.